miércoles, 25 de febrero de 2009

Armónica de Cristal - Glass Armonica


Un instrumento que me ha fascinado y que no sabía que existía, la armónica de cristal.
Pertenece a los instrumentos llamados Idiófonos (el mismo material genera el sonido) frotados que se toca mediante unas escudillas de cristal. En su forma más antigua, la expuesta en 1744 en Londres por el irlandés Richard Pockrich, contenía un grupo de veinte a treinta "copas inmóviles".

El compositor alemán C.W. Gluck interpretó su concierto para este instrumento en 1746 empleando 26 copas.

En 1761 Benjamin Franklin, mejoró notablemente el instrumento, reemplazó las lentes por escudillas semiesféricas, ensartadas en un eje de metal. Las escudillas cuencos se colocaban dentro de una caja alargada que contenía una solución de vinagre y agua, para mantener mojados sus bordes. El eje se hacía rotar mediante un pedal, y la armónica sonaba al frotar los bordes de las escudillas con las yemas humedecidas de los dedos.
En 1799, Ernst Chladni reemplazó las escudillas semiesféricas por discos de cristal.

Según consta en algunos escritos, este instrumento se consideró un tanto 'maldito' y se prohibió al averiguarse que provocaba cáncer a quienes lo tocaban. Hoy en día se sabe que la causa real era que el plomo que contenia el cristal en su fabricación producía el cáncer. Afortunadamente esto ya no es así dado que se fabrica el cristal sin plomo, por lo que se puede disfrutar de un sonido encantador como el que produce este instrumento.

Como muestra un video. Se trata de 'Dance of the sugar plum fairy' de Tchaikowsky correspondiente a su obra 'El Cascanueces'.

lunes, 10 de noviembre de 2008

De encuentros y desencuentros.

Asisto a unas consecuencias inesperadas sobre un hecho que estaba cantado.

Ramón Trecet y RNE rompen su relación laboral siendo Trecet despedido y finiquitado su programa Diálogos3.

Este hecho circulaba en forma de rumor hace ya bastante tiempo, no me viene de nuevas, teniendo en cuenta las ‘malas relaciones’ de Trecet con dicha emisora, últimamente era un hecho.

Hace tiempo, repito, cuando circulaba el rumor, veía opiniones de todo tipo; ‘Se lo merece’, ‘El programa ya no es lo que era’, ‘Que pena si se va por lo que ha representado’ etc etc.

Y, sin embargo, ahora resulta que todo son rasgarse las vestiduras por la despedida de Trecet: leo manifiestos en forma de firmas para reivindicar el desacuerdo con RNE por dicho despido, leo indignación, leo acusaciones... en fin.

Para mi Trecet es un buen profesional. Puedo estar en desacuerdo con lo que hacía últimamente en sus programas, pero son suyos, allá cada uno. Sigue siendo un profesional, con un aval de décadas de profesionalidad en este y en otros programas.

Recuerdo a un Trecet que hablaba de lo que él presentaba como músicas del mundo, no como new age, no le gustaba mucho esa palabra; evidentemente por las connotaciones que tenía en los ochenta decir ‘new age’ -ser un hare hare, y estar todo el día con el signo de la paz viendo las auras de tus amigos-. Me enseñó algunas de las cosas que hoy sé. Dejé de escucharlo hace mucho tiempo, aunque de vez en cuando lo he pillado en su horario mientras iba con el coche. Su horario nunca me ha ido bien.

Pero me pregunto: ¿Por qué se ha armado tanto revuelo con este despido? Pues yo, la verdad, no lo entiendo.

Ahora Trecet tiene la posibilidad de presentar un programa a su medida, como a él le gustaría, con todos los recursos por los que suspiraba y que no tenía en RNE, presentar algo novedoso y con lo que sentirse a gusto. Ahora es cuando debe aprovechar el momento.
¿Alguna radio -sin contar con RNE- se negaría a un profesional con un proyecto interesante? Lo dudo. Su audiencia es importante y fiel.

Ahora es cuando tiene la oportunidad de demostrar -si quiere, claro está- que el ‘enquistamiento’ que yo percibía era por la falta de medios, no por otra razón, y menos por él.

Le espero, en un futuro próximo, haciendo un programa con el que nos sorprenderá.

No me da pena su despido ni me da pena él, mas bien me la da RNE . Se pueden hacer las cosas mejor, pero si no salen, es que no se llega a más.

Y a todos los músicos, que ahora se lanzan a firmar manifiestos por las formas de este despido y la consecuente desaparición del programa, les preguntaría que si saben cuantas veces han sido oídas sus maquetas cuando eran enviadas al programa.
Les diría que estén por su música, y por los que sí les promocionan, por los que nos interesa lo que hacen. Que reivindiquen su música y que nos ayuden a los que la difundimos.

Una última cosa, la música minoritaria no existe, tengámoslo en cuenta -menudo pelotazo dió Enya en su día, por poner un ejemplo-. Existe quien hace música y existe quien la escucha. El resto es otro tema, para otro día.

Ánimo a todos y a ver el lado positivo de las cosas.

lunes, 13 de octubre de 2008

Nyckelharpa/viola de tecla y Ana alcaide







Instrumento que aparece en el siglo XV en Suecia. En sueco significa viola con llaves, traducido en España como viola de tecla. Tiene siete cuerdas, pero a diferencia de la zanfona mecánica, en la que las cuerdas vibran mediante un disco especial, el Nyckelharpa se toca con un arco muy similar al del violín.

Este instrumento pertenece a la familia de los cordófonos frotados. Es decir, el sonido es el que se produce de la vibración del arco frotándolo contra las cuerdas.

Cabe resaltar la importancia de la caja de resonancia en los instrumentos, pues de ellos depende la calidad del sonido, es por esto que los constructores (Luthiers) prestan mucha atención a los materiales, la forma y las proporciones con las que va a ser construído.

Hablando de la ‘viola de tecla’ (nyckelharpa) podéis escuchar un ejemplo de su sonido especial en las noticias de la web de la emisora 'En el Aire', en la cual recomiendo encarecidamente a una compositora de nuestro país, que después de estudiar violín, hizo un viaje a suecia descubriendo este singular instrumento.

Se trata de Ana Alcaide, su música nos transporta a paisajes lejanos en el tiempo pero bellos en la historia y necesarios en el enriquecimiento cultural.










Voz : Ana Alcaide
CD: Como la luna y el sol.
Instrumentos: Viola de tecla, Violín de Hardanger, Santur, Rabel, Arpa y Armonio, bajos, guitarras, zanfona, sitar y oud.





lunes, 6 de octubre de 2008

La orquesta sinfónica

Cuando hablamos de una orquesta sinfónica , en algunos casos, podemos decir que pocos sabemos qué instrumentos constituyen o se establecen en esta.
Pues bien, abrimos este apartado para así poder saber un poco más de nombres que nos rodean en la música y que guardan un sentido particular en la exposición musical.

Por ejemplo, la orquesta sinfónica, la cual no se estableció hasta el siglo XVIII. Mas tarde su estructura sería más compleja dada la evolución influenciada por la música teatral y la ópera.

Orfeo es la primera ópera que se conoce o que es tratada como tal, en ella Claudio Monteverdi divide la orquesta en dos secciones principales, las cuerdas y vientos, dando un giro de esta forma en la dirección a su desarrollo. El siglo XVII fué entonces el comienzo de un proceso importante para la conformación de la masa de músicos. En esa gestación y enriquecimiento, tuvieron mucho que ver también Corelli o lully.

A finales del siglo XVIII se decidieron los cuatro instrumentos principales en una orquesta sinfónica moderna, al principio en las obras de la escuela de Mannheim y ya de forma definitiva, en las obras de Hayden y Mozart. Algunos compositores ( Beethoven, Berlioz, p.e.) buscaban la transparencia del sonido orquestal en los últimos años del siglo XIX otorgándole así más dramatismo y expresividad, otros buscaban el máximo brillo de una orquesta expandida, explosiva, como era el desarrollo de la estética wagneriana. El compositor Leopold Stokowsky, famoso director de la Philadelphia Orchestra, introdujo la disposición inglesa en Estados Unidos, que adquirió el nombre de disposición ‘americana’.

Para no extenderme mucho, decir que tan sólo cabe imaginar una orquesta con todo el desorden del mundo posible, evidentemente el sonido sería insoportable. No habría coherencia al igual que cuando desordenamos una buena receta de paella, sino.. pongamos el arroz antes que todo, seguro que no será lo mismo.








Teniendo en cuenta esto pues, la orquesta sinfónica tradicional existe con cuatro grupos principales de instrumentos; las cuerdas (violines, violas, violoncelos y contrabajos) los instrumentos de viento y madera( flautas, clarinetes, oboes fagots y saxofones), viento/metal (trompetas, trombones, trompas y tubas) y percusiones (timbales, tambor bajo, caja, palillos, etc etc.)
Evidentemente está el piano que puede estar como instrumento solista y también formando parte de esa orquesta, esto es así especialmente en el repertorio del siglo XX.
Dentro de la moderna orquesta sinfónica debemos hablar también del arpa, la cual, por su característico timbre, suele formar parte de ella en muchas composiciones (Chaikovsky y otros compositores impresionistas).

Quizás muchos nos preguntemos ‘¿para qué queremos saber esto?’, a lo que yo respondería ‘para nada’, hay un momento en el cual he buscado un significado de porqué se llama un trabajo sinfónico a composiciones, algunas de ellas sin nada que tenga que ver con un verdadero trabajo sinfónico. Es por esto (simple curiosidad) que creo muy interesante el saber que en la música hay un lenguaje aplicado y aplicable, pero no siempre es el correcto y esto lo hace el desconocimiento de muchos términos que acunamos y usamos sin saber qué quieren decirnos.

Lo dicho, simple curiosidad. Si os apetece seguir podéis incluso proponer qué os interesa. Seguro que a mi también.

jueves, 2 de octubre de 2008

Lo oculto


Existimos.

Gozamos la noche y el día, pero no nos ven.

Pasamos inadvertidos, nuestra voz es inaudible y las huellas de nuestros pasos son borradas noche tras noche por una tormenta de arena.

De nosotros, tan solo una estela de arpegios, bemoles y sostenidos en cortejo con la vida, permanece suspendida en los párpados que sucumben al hechizo de la música.

No desveles nuestra identidad, no digas nada.

Quien, como nosotros, persiga la belleza en un pentagrama... sabrá encontrarnos.


Ni una palabra de esto a nadie...

Texto: Carmen G.- Philo C.




Yiruma, piano... próxima entrada.